Harriet está entre dos mundos: no puede seguir los pasos de su hermana adolescente, que ha dejado de ser su compañera de juegos; ni los de su hermano, que es todavía un niño. La plácida infancia en Bengala, las festividades rebosantes de colores y aromas que anuncian el cambio de las estaciones, los árboles en flor en el vasto jardín de la casa paterna y el eterno fluir del río deslizándose hacia la bahía están a punto de quedar atrás. La llegada del capitán John, un joven inglés amigo de la familia herido en la Primera Guerra Mundial, y un accidente que cambiará la vida de toda la familia turban el universo de Harriet y la obligan a abrir los ojos y a descubrir la complejidad de la vida adulta. Este intenso, vívido y bellísimo homenaje a la India y a la infancia ha cautivado a varias generaciones de lectores, entre ellos Jean Renoir, que la llevó al cine en 1951.