La familia Moscardó decide pasar un fin de semana en la costa para dejar atrás su día a día, cada vez más marcado por la crisis económica, la soledad y la incomunicación. En el hotel Solymar confluirán con los avatares y conflictos del resto de huéspedes y empleados, sobre cuyas vidas se cierne, inexorable e inmisericorde, la tragedia.
En esta extraordinaria novela coral, contundente y poética, la autora nos ofrece una poliédrica imagen de un mundo fragmentado en el que las múltiples perspectivas parecen condenadas a chocar.