Una familia va en busca de una casa en el campo y se enamora de una vieja mansión que se levanta entre altas hierbas y árboles. Necesita algunas reformas y, entre el carpintero, el albañil y el soldador la dejan como nueva, pero también hace falta pintarla. La familia se pone de acuerdo en que sería más divertido pintarla ellos, pero cada uno la quiere de un color y, por si fuera poco, en la ferretería solo tienen tres colores: rojo, azul y amarillo. Pero al padre se le ocurre una idea: «Ahora vais a ver –dijo– cuántas cosas pasan cuando se mezclan los colores» y de pronto… ¡aparece toda una paleta de colores! Este cuento hará las delicias de los pequeños artistas e ingenieros. La casa de las cuatro estaciones es un álbum ilustrado sobre los colores, la imaginación y el compromiso.