Parte de la infancia supone insertarse en el mundo y crear una personalidad propia, y no hay mejor manera que construirse una casa particular. ¿Quién no ha construido una cabaña en el salón o el dormitorio, o en el bosque si se tiene la suerte de vivir cerca? Antes de construir la suya, Lucile decide investigar cómo son las cabañas de todo el mundo: de madera en Suecia, en lo alto de un árbol en Costa Rica, de piedra en la alta montaña... Así, Lucile visita hasta una docena de culturas distintas con intención de construir su cabaña tomando ideas de cada una de ellas: un pasadizo secreto, una
chimenea, espacio para los amigos... Las ilustraciones, llenas de detalles, muestran distintas cabañas en medio de grandes paisajes y la vida cotidiana.