El señor O navega en su barco, transita islas, conoce monstruos, ve ballenas, y llega a una isla muy particular, donde recordará su pasado. La gente toda usa sombreros, la gente toda va con prisas. El Señor O decide recorrer la isla y llega a una playa donde sólo ve a un niño que construye una y otra vez una gran torre de arena. Su deseo no es hacer una torre alta sino llegar al cielo, y ¡volar!