Un demonio vive en el centro de la Tierra. Un día se asoma a la superficie y descubre la creación divina. Celoso, busca entonces crear algo por su cuenta. Con piedras preciosas y lágrimas da forma a una pequeña criatura inanimada. Para infundirle vida, engaña a Dios presentándosela como un regalo para que Él le otorgue el soplo de vida. El aliento divino la convierte en una abeja hecha de lágrimas y tristeza, que vuela incansablemente, de flor en flor, en busca de dulzura para vivir.