Este libro es una larga carta de amor; desaforada, impaciente, exagerada ?¿cómo sería una carta de amor ?moderada???, acaso, como todas las cartas de amor ?bien lo supo reconocer Pessoa?, más bien ridícula. Carta de amor a Barcelona, de amor despechado, pues ella, la amada, ha acabado en los brazos de quien poco la amaba y menos la merecía.? Así describe Manuel Delgado esta obra, un ensayo que constituye una apasionada y consistente reflexión sobre una de las ciudades más excitantes de Europa.
Barcelona se ha constituido en escenario de un fraude y de un fracaso. El fraude de la actuación de políticos y urbanistas que concibieron y emprendieron el ?modelo Barcelona? a través de la promoción inmobiliaria, comercial y turística de la ciudad. Barcelona, explica el autor, es una top-model, una mujer que ha sido entrenada para permanecer atractiva y seductora, que se maquilla para después exhibirse o ser exhibida en la pasarela de las ciudades-fashion, lo más in en materia urbana. Ésa es la Barcelona-éxito, la que está de moda, como lo demuestra la fascinación que despierta en los turistas de todo el planeta que la visitan. Pero Barcelona es también modelo de otras cosas, que las concesiones ?sociales? no acaban de disimular. Todos los procesos de transformación que ha experimentado la ciudad la han convertido ciertamente en modelo, pero en modelo de cómo una ciudad se concibe sólo como poder y como dinero, de espaldas a los problemas más acuciantes de sus habitantes y frente a la perspectiva de elevar los niveles de justicia y libertad. El fracaso de una ciudad que se levanta ciega ante las miserias que cobija, sordomuda ante las exclusiones que genera sin parar. Así, en lugar de la amable arcadia de civilidad y civismo en que debía haberse convertido Barcelona según lo planeado, lo que se mantiene a flote, en la superficie, a la vista de todos, son las pruebas de que la desigualdad, la exclusión, la anomia e incluso la violencia continúan siendo ingredientes consustanciales a la existencia de una gran ciudad capitalista.