Podemos mimar nuestro paladar al mismo tiempo que cuidamos nuestro organismo, ese es el fruto de la alimentación. Somos lo que comemos, y por eso la calidad de los ingredientes que entran en nuestro cuerpo son de vital importancia para funcionar correctamente en cada una de las etapas a las que nos enfrentaremos en nuestra vida. Un concepto que poco a poco va calando más hondo entre muchos consumidores, que inclinan más su cesta de la compra semanal hacia los productos locales, de temporada y ecológicos.
Pero llenar las despensas de alimentos frescos, libres de pesticidas, aditivos químicos ó transgénicos sólo es el primer paso. La verdadera revolución verde se completa cuando utilizamos esos ingredientes correctamente, creando un inteligente equilibrio entre ellos. Se trata de aprender una nueva forma de cocinar que satisfaga todas nuestras necesidades nutricionales diarias y donde los ingredientes vegetales recuperen su protagonismo perdido. Con esa intención nace la cocina biológica, que intenta ser respetuosa con la tierra, con la salud de quienes la habitan y con la naturaleza de cada ingrediente que la compone. En esta cocina no valen pesadas salsas que encubran una falta de frescura ni prolongadas cocciones que destruyan gran parte del tesoro nutricional que albergan nuestros vegetales. Se trata sencillamente de cocinar cada ingrediente el tiempo justo y con la compañía que lo complemente. En este libro encontraremos 92 deliciosas formas de acercarnos a esta cocina, en la estación del año donde el sol le da una dosis extra de energía a cada una de nuestras frutas y verduras.