En el mundo de los singles impera la ley del «yo me lo guiso, yo me lo como». Sin embargo, tanto no se guisa: vuelves por la noche a casa, sin tener tiempo apenas de hacer la compra, menos ganas aún de preparar la cena o la comida del día siguiente, y ni te atreves a abrir la nevera por miedo al eco. ¿Viviré del menú de la esquina a perpetuidad? ¿Comeré cada día platos de sobre? ¿Hasta cuándo me durará la compra del mes pasado? En fin, quien no se apaña es porque no quiere, sobre todo teniendo a mano Cocina para singles, un libro repleto de consejos sobre qué comprar y dónde, cómo y cuándo conservarlo, y cómo cocinarlo, qué hay que tener siempre en casa y cómo salirte de un apuro alimentario sin recurrir a dietas poco sanas. Y sí, también contiene recetas.